lunes, 1 de febrero de 2010

Crían garrobos e iguanas.

Hace seis años, organismos internacionales europeos lograron establecer tres granjas o criaderos de garrobos e iguanas, reptiles casi extintos en la zona seca de Jinotega —la más pobre del municipio— y los establecieron en Santa Bárbara y en el Valle de El Cacao.

Los criaderos, situados dos en Santa Bárbara y uno en El Cacao, tienen el propósito de que los campesinos de la zona mejoren la dieta alimenticia y que, cuando ya estuvieren bien desarrollados, liberarlos para que se reproduzcan en su hábitat natural.

Los donantes son la agencia de cooperación de Dinamarca Danida y otros organismos europeos, revela don Santiago Blandón, del valle El Cacao, quien dice que hay 60 beneficiarios, 20 por cada una de las tres granjas, señalando que “desconozco los montos invertidos en la construcción de los criaderos, el pie de cría”.

Alfredo Blandón, habitante de Santa Bárbara, sostuvo que “hace unos 20 años abundaban estos pichetes gigantes en la zona seca, pues cuando uno caminaba a pie se tropezaba con ellos, pero la caza indiscriminada, sobre todo con fines comerciales de gente que llegó de otros lugares, redujo a su mínima expresión y casi extinción los garrobos e iguanas y encontrarlos en su hábitat ahora hay que buscarlos con lupa”.

HORMIGAS AFECTAN

El proyecto llegó en el 2004 a Santa Bárbara y El Cacao. No obstante los campesinos, acostumbrados a las labores de la agricultura convencional, desconocían las técnicas de crianza y como las iguanas entierran los huevos, las hormigas hicieron de lo suyo, devorando miles de huevos que las hembras habían puesto y que serían para la reproducción, atestigua Magdaleno Blandón, de la granja en El Cacao.

Su papá, don Santiago Blandón, está optimista ahora porque empezamos con unos doscientos ejemplares, hembras y machos, y ahorita ya tenemos 600 aquí en El Cacao, entre grandes y pequeños. A pesar del daño causado por las hormigas, no se han dejado de reproducir. Sin embargo el propósito para lo que fueron construidos los criaderos, que es liberarlos y el autoconsumo de los lugareños, seis años después no se ha cumplido.

“Ahorita estamos en la época de postura de las iguanas y las más de 100 hembras en el criadero de El Cacao están en la época de apareamiento y postura, cuidaremos los huevos para que no pase lo de los años anteriores y poder cumplir con la reproducción”, dice Magdaleno Blandón.

Alfredo Blandón, de la granja de Santa Bárbara, afirma que “la carne de garrobo o iguana es como si se estuviera comiendo pollo. Es bien nutritiva sobre todo para el cerebro y el decaimiento”, sostiene. “En mi vida varios de estos jodidos pichetes me he comido yo y me han reanimado”, expresó.

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